EL CENTRO COMUNITARIO PUCARA TAMBO OFERTA ACTIVIDADES INFANTILES

Las familias con niños son el nuevo público objetivo del Centro de Turismo Comunitario Pucara Tambo, situado en Cacha, a 20 minutos de Riobamba, en Chimborazo. Este mes (octubre del 2018) en el Centro se inauguró un renovado menú de actividades para generar más afluencia de turistas. Los quehaceres incluyen la construcción de pequeñas réplicas de chozas hechas con sixes y paja, la manufactura de cometas hechas con materiales reciclados, entre otras. Cada domingo hay un nuevo plato para degustar en el restaurante de la comunidad, y una nueva actividad para compartir en familia. El Centro Turístico está situado en la cima más alta de Cacha, y desde ahí es posible ver todas las cumbres que rodean Riobamba, y una vista panorámica de la ciudad. Esa vista privilegiada es uno de los principales atractivos. En este lugar, los niños más pequeños reciben crayones, colores, témperas, hojas de papel y otros materiales para plasmar el paisaje. Mientras tanto, los adultos pueden recorrer el museo, las chozas, el mirador y otros sitios que forman parte de las instalaciones que ocupan un espacio de alrededor de 1 500 metros cuadrados.

“Hicimos un estudio y notamos que los niños que nos visitaban necesitaban actividades adicionales que los mantuvieran interesados y atentos, y que a la vez los animara a quedarse más tiempo; de esa forma sus padres se motivan a visitar también el restaurante y a acceder a otros servicios”, afirma Héctor Sucuy, parte del equipo de Pucara Tambo. Él es el encargado de las actividades especiales de los domingos. Cuando los niños llegan, los recibe en una mesa situada en la plaza ceremonial, les explica cómo trabajar con los materiales reciclados, y también les habla sobre la cultura Puruhá. “Fue una experiencia muy agradable. A los chicos les encantó y a nosotros nos pareció una actividad muy educativa y divertida, seguro volveremos” cuenta Esther Flores. Además de las actividades para los niños, Pucara Tambo ofrece otras opciones para los visitantes. Hay rutas de trecking que se pueden hacer en compañía de los guías nativos, o recorridos por las comunidades de Cacha que pueden hacer en vehículo. Otra opción es participar en la preparación de las comidas típicas que hay en la zona. Por ejemplo, los turistas pueden moler en piedra los granos de cebada tostada para preparar máchica, o ayudar en la preparación de humitas con los choclos que se cosechan en la misma comunidad. “Se trata de una opción de turismo vivencial. Los turistas extranjeros que desean conocer cómo vivimos y nuestras costumbres, son nuestros principales clientes”, dice Ángel Sucuy, administrador del centro turístico. Un nuevo almacén de artesanías, donde se exponen creaciones hechas por los artesanos de las 27 comunidades de Cacha, también es una de las novedades del Centro. Allí hay todo tipo de accesorios y prendas tejidas que cuestan a partir de USD 5. Hay bolsos, kawiñas (fajas que sujetan el anaco), ponchos y bayetas tejidos en telares, y una variedad de recuerdos. El Centro está abierto de miércoles a domingo, desde las 08:00 hasta las 17:00. Se puede llegar en vehículo.