Turismo de aventura, un potencial para la recuperación del sector en Colombia

El acuerdo de paz con las Farc posibilitó explorar zonas antes vetadas para los viajeros nacionales y extranjeros.

En los últimos años se ha hablado del crecimiento del turismo colombiano. Según datos de Procolombia, en el 2019 la llegada de turistas internacionales creció 2,7% con respecto al año anterior, lo que significó la visita de 4,5 millones de viajeros. 

Ante la coyuntura por la pandemia de COVID-19, es lógico que se registre una contracción para el 2020 y los expertos pronostican una lenta recuperación del turismo.

Un informe de Ostelea, Escuela de Management en Turismo, resaltó que Colombia tiene todas las posibilidades de aprovechar el turismo de aventura como pilar de la reactivación del sector. 

El estudio, detalla que no solo se puede apalancar con la llegada de viajeros extranjeros, sino que el turismo doméstico también podría beneficiarse. Esto basado en las cifras del Dane, las cuales revelan que en 2019 el 12,4% de la población nacional realizó turismo interno, y cada persona gastó en promedio 18,4 dólares por día.

Gran parte de los turistas se movilizaron por vías terrestres (vehículo particular 45,1%), mientras que el 38,4% utilizó el transporte terrestre público. El 13,4%, restante se trasladó en avión.

Juan Enrique Henao, alumno de Ostelea, indicó que otra señal del gran potencial del turismo de aventura para la recuperación de la industria es que, según la OMT, este segmento ha presentado mayor dinamismo al alcanzar un ritmo de crecimiento de 6,58% anual. 

“Si bien este en particular no es más consumido por los colombianos, eso mismo abre grandes posibilidades debido a que ofrece espacios donde el distanciamiento social es más factible”.

Henao, explicó que este segmento -normalmente- tiene lugar en destinos con características geográficas y paisajes específicos, además tiende a asociarse con una actividad física, intercambio cultural, interacción y cercanía con la naturaleza. La experiencia puede implicar algún tipo de riesgo real o percibido, que puede requerir un esfuerzo físico y/o mental significativo.

La Asociación de Viajes de Aventura (ATTA), lo define como un viaje que incluye al menos dos de los siguientes tres elementos: actividad física, entorno natural e inmersión cultural. Si bien la definición solo requiere dos de estos componentes, los viajes que incorporan los tres tienden a ofrecer a los viajeros una experiencia más completa.

En Colombia, los viajes de aventura han demostrado un crecimiento significativo en los últimos diez años, el cual viene en respuesta a las tendencias globales.

A lo anterior, se debe resaltar que muchos de los lugares donde se realiza este tipo de turismo fueron, durante mucho tiempo, sitios vetados por la guerra y después del proceso de paz con las desmovilizadas Farc han podido ser visitados.

Muchas de las iniciativas en este segmento, se han dado por medio de comunidades que sufrieron el conflicto armado de una manera profunda y encontraron en el turismo oportunidades para rehacer la vida.

Las actividades más conocidas son: expediciones arqueológicas, festivales locales, avistamiento de aves, campamento, canotaje, espeleología, escalada (roca, montaña, hielo), cruceros, actividades culturales, eco-turismo, educación, medioambiente, pesca, caminata, cabalgatas, kayak (mar, lagunas y río), rafting, orientación, expediciones, navegación, buceo, skii, surf y trekking, entre otros.

“En nuestro país podemos encontrar ofertas en casi todas las actividades relacionadas, desde aventuras fuertes a unas más ‘suaves’. Los profesionales han hecho un mapeo para encontrar lugares apropiados y seguros para todos, donde se respete la esencia de la naturaleza y las comunidades que allí residen. Es cierto que hace falta más apoyo por parte del gobierno, pero los caminos se están abriendo y es importante que se continúe de esa manera”, enfatizó Juan Enrique Henao.

Lugares reconocidos 

-Escalada en Roca: Suesca (reconocido mundialmente por este deporte), Cundinamarca, Boyacá, Santander, Valle del Cauca y Nariño.

-Parapentismo: Sopó y Antioquia.

-Rafting: Tobia, Nimaima, San Gil y río Pato.

-Montañismo: el Cocuy, y el Parque Nacional de los Nevados.

-Ciclismo en cualquier región del país, con mayor frecuencia en Boyacá, Cundinamarca y Antioquia.

-Caminatas y trekking: Colombia tiene una innumerable cantidad de caminos por, desde caminos reales, de herradura, indígenas y rutas campesinas que están a la disposición de ser recorridas. Regiones como Santander, Boyacá, Cundinamarca, Antioquia, Tolima y el eje cafetero, hacen parte de las opciones, con diferentes climas y ambientes que valen la pena conocer.

-Fauna marina: al contar con dos océanos, hay un abanico de experiencias totalmente diferentes, aptas para los más aventureros como para los que apenas empiezan.

-Fauna y flora: mundialmente, somos reconocidos como el segundo país en Biodiversidad. El primero en especies de aves y orquídeas; el segundo en riqueza de plantas, anfibios, mariposas y peces de agua dulce; el tercer país en número de especies de palmas y reptiles; y el cuarto lugar en mamíferos.